Perspectivas para alza del salario mínimo en Colombia 2026: expectativas y escenarios

Actualidad economica y sectorial04-12-2025

Como su nombre lo indica, el salario mínimo hace referencia al monto básico que un empleador debe pagar a sus colaboradores por la labor realizada durante un periodo determinado. Esta cifra se define por ley y suele actualizarse para compensar los efectos de la inflación. En Colombia, por mandato constitucional y legal, el ajuste se hace anualmente el 1 de enero. El incremento, que se define mediante concertación o por decreto, apunta a preservar el poder adquisitivo de los trabajadores. 

Como es habitual, la discusión previa a que el Gobierno, los gremios de empresarios y los sindicatos se reúnan en la mesa de negociación suele dar algunas pistas del rumbo que podría tomar el debate. 

En ese contexto, revisar cómo ha variado esta remuneración en los últimos años permite dimensionar qué tan alineados han estado los ajustes frente al comportamiento de la inflación, y qué implicaciones tendría que el alza de este año se ubique en un nivel superior a lo esperado..

Línea de tiempo y aumento salarial

La Comisión de Concertación, integrada por las partes mencionadas, es la instancia a través de la cual se define de cuánto será el aumento. En este proceso se tienen en cuenta indicadores económicos clave, como el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el PIB, el índice de productividad y, este año, el salario vital móvil.

A partir de 2022 se empezó a observar un cambio en la tendencia con ajustes que evidenciaban una distancia más amplia entre la remuneración mínima y el resultado anual de la inflación. Para tener una imagen más clara, así se aplicaron las alzas:

• En 2022, el salario mínimo subió un 10,07 %, frente a una inflación del 5,62 %.
  El crecimiento real fue del 4,45 %.
• En 2023, la remuneración se ajustó en un 16 % respecto a un IPC del 13,1 %.
  El crecimiento real fue del 3 %.
• En 2024, el incremento del mínimo fue del 12 % ante una inflación del 9,2 %.
  El crecimiento real fue del 2,28 %.
• En 2025, se definió una subida de 9,53 % frente a un dato inflacionario de 5,20 %.
  El crecimiento real fue del 4,33 %.

En este punto es necesario considerar otro factor importante: el resultado de la negociación. 

El calendario habitual para la concertación, fija un primer plazo legal el 15 de diciembre. Si en esa fecha no hay acuerdo, las partes cuentan con una segunda ventana hasta el 30 de diciembre. De no lograrse consenso, será el Gobierno el que defina el ajuste mediante decreto.

Las siguientes son las fechas clave que marcarán la agenda de negociación:

* Fuente: MinTrabajo

En la última década, solo se logró concertar el ajuste del mínimo en cuatro oportunidades (2018, 2019, 2022 y 2023). Los años restantes se fijó vía decreto presidencial. Y si se amplía aún más el rango de tiempo, desde 1997 y hasta la fecha (28 años), solo se ha logrado un acuerdo entre las partes en 12 oportunidades. 

El panorama actual del salario mínimo 2026

De cara a la negociación en la mesa tripartita, algunas de las partes ya han revelado sus cartas, así como sus posiciones.

Por el lado del Gobierno nacional, se ha señalado que se quiere establecer un alza cercana a los dos dígitos. El porcentaje que se contempla es del 11 %.

En línea con esa proposición, el Comando Nacional Unitario, conformado por las centrales sindicales (CUT, CGT y CTC), ha dado a conocer su intención de impulsar un incremento de dos dígitos. La propuesta, que se presentará de manera unificada, contemplaría un porcentaje cercano al 10 %. 

En caso de que se materializara este aumento, la remuneración mínima subiría $142.350, lo que, teniendo en cuenta el auxilio de transporte, la ubicaría alrededor de $1.785.850. En ese sentido, el movimiento sindical indicó que el ajuste debería tener en cuenta factores como la inflación, el empleo y el crecimiento económico. 

Pese a que los empresarios no han dado pistas de una cifra puntual, sí han pedido moderación. No solo considerando las presiones que un aumento ‘desmedido’ podría generar en la economía, sino en los costos asociados a la contratación de un trabajador que devenga este sueldo.

Para hacerse una idea, las obligaciones que asume un empleador al integrar a un colaborador a su nómina no solo incluyen el salario mínimo y el auxilio de transporte; en esa lista también aparecen los aportes a salud y pensión, los pagos al sistema de riesgos laborales, la prima de servicios, las cesantías, las vacaciones y, en algunos casos, la indumentaria. 

El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, ha advertido que un aumento muy por encima de la inflación, como el de doble digito que se está poniendo sobre la mesa, podría derivar en un costo por trabajador promediado de $2.800.499. 

¿Cuáles son los riesgos de un alza ‘excesiva’?

De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), a octubre de 2025, la variación anual del IPC se posicionó en 5,51 %. Este resultado marca el cuarto mes consecutivo en el que la inflación reporta un ligero comportamiento al alza. 

El equipo de Investigaciones Económicas de Bancolombia, por su lado, ha destacado que, de cara a 2026, estima una inflación que podría superar el 4,5 %, si el aumento del salario mínimo supera el 10 %. 

“Si la negociación se ubica por encima, la convergencia será aún más lenta”, comentó Laura Clavijo, directora del equipo.

Considerando esta tendencia, tanto el Banco de la República como varios centros de estudios del país pronostican que este indicador podría cerrar el 2025 por el rango del 5 %, e, incluso, podría llegar a colocarse por arriba del dato del año pasado (5,2 %), alejándose aún más de la meta del Emisor de llevarlo al 3 %.

En ese contexto, el banco central colombiano ha sido enfático en que cualquier decisión desproporcionada podría colocar una nueva presión para el control de los precios. De hecho, las minutas de la reunión más reciente de la junta directiva señalan que la posibilidad de que se suba con fuerza el mínimo impulsó la decisión de mantener la cautela sobre las tasas de interés. 

Desde el frente académico también se ha hecho un llamado a la prudencia en la negociación, en especial, en un entorno de estrechez fiscal y en el que los costos laborales se han visto impactados por los cambios en las normativas de trabajo. Las mayores preocupaciones entonces se centran en los efectos directos que un alza mayor a la esperada podría tener en el poder adquisitivo de los trabajadores, en la competitividad de la economía y el mercado laboral, al impulsar la informalidad.

“Ya llevamos cuatro años de incrementos más altos del salario mínimo relativo a la inflación y la productividad, y los resultados se han traducido en que la no participación laboral ha aumentado, la tasa de informalidad está en los mismos niveles y las ganancias de los informales están cada vez más lejos del mínimo”, explicó Mauricio Salazar, director del Observatorio Fiscal de la Javeriana.

El experto también destacó que elevar esta remuneración en dos dígitos tendría efectos inflacionarios más grandes que en otros países porque se usa como referencia para muchas cosas, como, por ejemplo, algunos servicios de salud. 

En ese sentido, entidades como Fedesarrollo o ANIF han propuesto que el incremento del salario sea de entre el 6,5 % y el 7 %.

Con todo, el resultado de la negociación dependerá de qué tanto logren las partes equilibrar la necesidad de fortalecer el ingreso de los trabajadores con la urgencia de no añadir nuevas presiones a una economía que aún busca estabilizar la inflación. Lo que sí está claro es que el ajuste de este año marcará el tono con el que arrancará 2026, en un escenario en el que cada punto porcentual cuenta tanto para los hogares colombianos como para las empresas.

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Fuentes: 

• Decreto salario mínimo Colombia 2025 MinTrabajo: https://www.mintrabajo.gov.co/presidente-decreto-salario-minimo-para-2025-quedo-en-1.623.500-incluido-auxilio-de-transporte  

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