En Colombia cada vez son más los jóvenes en edades productivas que adquieren vivienda propia. De acuerdo con Alejandro Castañeda, gerente de ACCI Consultora Inmobiliaria, hay una tendencia en la gente joven en comprar para invertir y arrendar. Castañeda dijo: “sí están pensando en adquirir vivienda y obviamente son ejecutivos jóvenes, no necesariamente casados, porque muchos de ellos se asocian para hacer inversiones que en promedio llegan a 130 millones de pesos, aprovechan los créditos subsidiados con cuotas a plazos que les permiten pagar de manera cómoda”.
En el país se han financiado un total de 59.780 viviendas en lo que va de 2018, de las cuales 37.452 corresponden a vivienda nueva y las restantes 22.328 a inmuebles usados. Así lo reveló el Dane al señalar que en el primer semestre del año se han desembolsado créditos por 5,4 billones de pesos para la adquisición de estas propiedades, lo que representa un incremento de 14% frente al mismo período del año anterior.
Este comportamiento contrasta con el dato del producto interno bruto (PIB) del país que dio a conocer la entidad en el que, si bien la economía registró un buen comportamiento, la construcción fue uno de los sectores más afectados en el segundo trimestre del año al decrecer 7,6 por ciento.
Más allá de esto, en Colombia cada vez son más los jóvenes en edades productivas que se aventuran a adquirir vivienda propia. De acuerdo con Alejandro Castañeda, gerente de ACCI Consultora Inmobiliaria, hay una tendencia interesante en la gente joven en comprar para invertir y arrendar.
“Sí están pensando en adquirir vivienda y obviamente son ejecutivos jóvenes, no necesariamente casados porque muchos de ellos se asocian para hacer inversiones que en promedio llegan a 130 millones de pesos, aprovechan los créditos subsidiados con cuotas a plazos que les permiten pagar de manera cómoda”, asegura Castañeda.
Y agrega, que el tema pensional es algo que preocupa a los millennials y por eso están viendo la finca raíz como una alternativa a las mesadas de retiro.
Al respecto, un estudio adelantando por el Departamento de Estudios Económicos de Camacol señala que, aunque hay una reducción en el tamaño de las familias y el incremento de los hogares unipersonales, la tendencia es fuerte al momento de arrendar. A 2016 según el documento, el 76 por ciento de las personas no son propietarios de sus lugares de residencia.
“La decisión de los hogares de optar por determinado tipo de tenencia se sustenta en varios factores, que van desde condiciones demográficas como la edad y el tamaño del hogar, hasta algunas variables de carácter económico como la actividad laboral que desempeñan y su nivel de ingresos”, explica el documento.
Del mismo modo, el texto sostiene que al analizar el tipo de tenencia por rango de edad, en particular de la población en edad productiva (15 a 64 años), se observa que existe una mayor propensión a no poseer vivienda.
Al respecto, Castañeda recalca que este es un país más de arrendatarios que de propietarios, pues normalmente un inmueble se arrienda a los tres meses. “Acá no hay una gran dificultad para alquilar”, dice.
Frente al dato del Dane que explica el peso del sector en el PIB, Castañeda argumenta que la cifra de alguna manera se debe a la época electoral que vivió el país en el primer trimestre. “Esto suena un poco contradictorio porque por un lado sube la financiación, pero el sector decae, entonces se puede decir que sí había un freno muy alto por el tema electoral. En el caso nuestro, hasta antes de las elecciones nadie pasaba por las salas de ventas, era un tema preocupante, fue un año y medio donde las ventas se fueron al piso, pero ya saliendo de la coyuntura las personas están empezando a hacer negocios de nuevo”, apunta.
Por su parte, Luis Aurelio Díaz, gerente general de Oikos, señala que la compra de inmuebles está regada por diferentes edades, sin embargo, por temas de capacidad productiva está enfocado en el segmento 35 a 45 años.
“Se ubica en un segmento que va hasta los 320 millones de pesos, el motivo es que el Gobierno ofrece una tasa de interés que está hasta ese nivel. Eso hace que este sea realmente el segmento que está empujando el sector de la construcción”, anota y señala que esa población se ubica en un estrato 3 aspiracional hacia abajo.
“Muchas veces los subsidios a las tasas de interés que ofrece el Gobierno tienen un gran peso, porque lo que hace es llevar el valor de la cuota del crédito hipotecario a una mensualidad que está por debajo del valor de un arriendo”, puntualiza.
Si bien, la disposición a comprar vivienda se mantuvo en terreno positivo (8,4% en julio), esta cayó 5,4% respecto al mes pasado. De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos de Fedesarrollo, la disposición a comprar vivienda mejoró únicamente en el nivel socioeconómico alto frente al mes anterior.
“No obstante, se evidencia una mejora en todos los niveles socioeconómicos frente a julio de 2017. Entre junio y julio, los resultados del indicador de disposición a comprar vivienda, desagregados por nivel socioeconómico, muestran un aumento en el estrato alto y una reducción en los estratos medio y bajo”, precisa el estudio.
RealRisk / Fuente: ACCI Consultora Inmobiliaria – Reporte: 2017-08-17