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Antonio Romero:
el arte de invertir en los demás

Tras lucirse en varios países como diestro barista, Antonio se lanzó al mercado con Arte y Pasión Café, una empresa que trabaja por la gente: forma como baristas a jóvenes en pobreza extrema y asesora a 250 familias caficultoras en las técnicas de cafés especiales.


Desde hace 15 años, Antonio Romero trabaja con empeño para impactar positivamente en todos los eslabones de la cadena de producción de café: desde los sembradores y recolectores hasta los consumidores. Incursionó en este mundo muy joven, cuando fue contratado en un restaurante francés de Bogotá. Ese empleo inicial le permitió cimentar los primeros ladrillos de su futuro, pues tuvo la oportunidad de capacitarse y certificarse como barista.

Con el tiempo, su destreza en esta área le permitió representar a Colombia en competencias celebradas en Londres, Alemania y Corea del Sur. Su paso por esas instancias le abrió los ojos a la posibilidad de iniciar su propio camino alrededor del producto más emblemático del país. Así nació Arte y Pasión Café, un negocio social que trabaja de la mano de los caficultores y que capacita como baristas a jóvenes en condiciones sociales difíciles, personas en situación de pobreza extrema y madres cabeza de familia, quienes a partir de este programa han podido abrirse campo en la vida laboral, tanto en Colombia como en otros países del mundo.

El programa inició con un acto de reciprocidad y gratitud, pues su primera cohorte estuvo compuesta por estudiantes del Instituto Eduardo Torres Quintero, el colegio en el sur de Bogotá de donde se graduó como bachiller. Desde entonces, la escuela de baristas ha formado a más de 300 jóvenes, con grupos anuales que están entre 20 y 30 estudiantes. Muchos de ellos han aportado al crecimiento de Arte y Pasión Café, donde han podido trabajar más adelante en cargos de alta responsabilidad. La otra arista social de este negocio se enfoca en 250 familias caficultoras de todo el país, quienes reciben asesoría en las técnicas necesarias para el cultivo de cafés especiales, además de acompañamiento a través del área de publicidad y diseño de la compañía, con la cual pueden desarrollar sus propias marcas y llevar sus negocios a un nivel competitivo.

Hoy, Arte y Pasión Café emplea a cincuenta personas y cuenta con tres tiendas en el centro de Bogotá y una adicional en la vía a La Calera. Su crecimiento también hizo posible establecer una microplanta en la que el producto de los caficultores es tratado, analizado y empacado. Su relación con Bancolombia ha estado presente desde el principio y le ha permitido, con préstamos financieros, apalancar su proyección hacia el futuro, fortalecer sus áreas de trabajo y obtener las herramientas tecnológicas necesarias para alcanzar un producto con los mayores estándares de calidad. Más que expandirse a la manera de otras grandes cadenas, Antonio se proyecta hacerlo conjuntamente, ayudando a otros emprendedores a constituir sus propias tiendas. Como él mismo lo dice, y como lo deja claro su trayectoria, no hay una mejor inversión que la que se hace en la gente.

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