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Exportación de cacao: la clave está en la calidad
La implementación de paquetes tecnológicos ha sido crucial para que el sector cacaotero colombiano se fortalezca y aumente su productividad de cara a un mercado que aprecia la calidad y el sabor del grano nacional, así como los cultivos que cumplen con estándares de sostenibilidad.
Apuesta de largo aliento por la productividad
Durante los últimos 30 años, el sector cacaotero colombiano, liderado por Fedecacao, ha trabajado en la implementación de paquetes tecnológicos que le permitan lograr una tolerancia o resistencia a las principales plagas y enfermedades que afectan el cultivo, al tiempo que se mantiene una alta calidad y productividad.
El gremio despliega esa estrategia en cerca de 600 municipios de 29 departamentos a través de 25 oficinas regionales. En ellas trabajan ingenieros agrónomos, técnicos y tecnólogos que asesoran a los cacaocultores y hacen transferencia de tecnología a los cultivadores.
“Nos hemos puesto en la tarea de fortalecer, mejorar y potenciar la genética de nuestras plantas y de aprovechar las ventajas de las siembras bajo sistemas agroforestales, en vez del monocultivo. Seleccionamos especies de árboles que le proporcionan sombra al cacao y generan unas condiciones especiales que se reflejan en su calidad, generando ingresos adicionales para las 60.000 familias productoras”, afirma Eduard Baquero, presidente ejecutivo de Fedecacao.
Para el sombrío permanente que requiere el cacao, se usan especies maderables. Para el sombrío transitorio, especies como plátano resultan útiles durante los primeros años del cultivo. Cuando el cacao es pequeño, se emplean cultivos de ciclo corto como maíz, fríjol y tomate.
Producción de cacao: en crecimiento
Exportaciones de cacao: se avanza en la apertura de mercados
Con la calidad y el sabor como principales estandartes, el sector cacaotero también se ha enfocado en incrementar las exportaciones. De hecho, hace 16 años, el país producía 30.000 toneladas de cacao e importaba 12.000 toneladas de cacao en grano para satisfacer la demanda nacional. Solo llegaba a exportar 1.500 toneladas, aproximadamente.
En 2022 se alcanzó una producción de 62 mil toneladas y se importaron menos de 268. Hoy en día, Colombia es un país autosuficiente, lo cual, según el gremio, le permite vender al extranjero dos tipos de productos:
- Cacao en grano: en 2022 se exportaron 6.044 toneladas por cerca de 15 MUSD FOB. El principal comprador es el mercado mexicano y, en menor medida, Europa, Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) y Sudamérica.
- Productos semielaborados y elaborados: en 2022 se vendieron a otros países 24.000 toneladas por más de 103 millones MUSD. Esta materia prima se emplea en la preparación de bombones, chocolates, entre otros. De acuerdo con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el cacao convertido en producto terminado llega a 70 destinos, especialmente Sudamérica.
En cuanto a la apertura de nuevos mercados, el presidente ejecutivo de Fedecacao asegura que actualmente se evalúa la potencialidad de la antigua Unión Soviética y los países árabes, pero no se puede olvidar que Colombia es un pequeño productor de cacao que, por el momento, no puede competir con grandes volúmenes, sino con calidad.
“Estamos buscando nichos específicos, entre el que está el mercado canadiense, que está empezando a demandar la calidad del grano de cacao colombiano como materia prima y en productos terminados. En ese sentido, nos beneficia una TRM alta, aunque un mayor precio del dólar es una limitante al importar materias primas como fertilizantes, que vienen del extranjero”, explica el dirigente gremial.
La sostenibilidad es clave para el futuro del cultivo de cacao
Mientras su estrategia de exportaciones continúa consolidándose, el sector cacaotero colombiano se repone de las afectaciones causadas por los últimos 35 meses de invierno asociados al fenómeno de La Niña y avanza en la consolidación de su estrategia de sostenibilidad, que es un diferencial frente a los competidores del mundo, porque le facilita lograr un impacto positivo en materia económica, ambiental y social.
“En otros países, el cacao está asociado a la deforestación y al trabajo infantil. Eso no ocurre en Colombia, donde contamos con una baja o casi nula aplicación de agroquímicos porque nuestro paquete tecnológico propone que los controles se hagan a través de labores culturales como la poda o las remociones”, dice al respecto el presidente ejecutivo de Fedecacao.
Por otro lado, de las 186.000 hectáreas de cacao sembradas en el territorio nacional, 25.000 hectáreas llegaron a sustituir cultivos ilícitos, lo que ha aportado a la paz. Además, el precio al que se vende el cacao colombiano garantiza un ingreso justo para los productores, que en su mayoría son pequeñas familias, y eso no se encuentra en otros mercados.
Cifras del cacao en Colombia
Familias cultivan cacao en Colombia
Son los principales departamentos productores. El más importante es Santander
Es la cantidad de toneladas de cacao que se produjeron durante 2022 en Colombia
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Silvia María González
Gerente
Finca La Mexicana
El amor por el cultivo de cacao
Silvia es una mujer de San José de Apartadó, Antioquia que se enamoró del cacao hace 19 años. En él encontró, más que sabor, ventajas. Su relación con este alimento prosperó y descubrió que los chocolates, licores, pastas y otras materias primas derivadas de él son una excelente alternativa para desarrollar un negocio exitoso en el agro. A través de la conexión que siente con el grano aprendió cómo capacitarse y entender las variables del cultivo como los cambios en la producción, el clima y los precios.
Cuidados y alianzas para lograr un cacao de calidad
La poda constante, el control de malezas, el manejo de enfermedades y un cronograma de fermentación han sido estrategias fundamentales para Silvia, gracias a ellas siempre entrega un grano limpio y libre de hongos a sus clientes. Además, con la implementación de buenas prácticas agrícolas ha logrado sobresalir con un alimento excelente en sabor y aroma.
Sin duda, otro aspecto clave de su éxito ha sido el apoyo que recibe de asesores técnicos, quienes visitan su cultivo cada dos meses. Luego, Silvia pone en práctica todas las recomendaciones que ellos le brindan y trabaja en obtener los resultados esperados. Gracias a este tipo de convenios entre la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao) y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) ha logrado innovar, mantener la calidad e ir implementando poco a poco tecnologías para aumentar su rendimiento, optimizar su esquema de trabajo y así ser parte de las cacaoteras de corazón que se dedican a destacar el grano colombiano en el mundo.
La protección del entorno y el futuro del cacao
Silvia sabe la importancia que tiene la naturaleza, por eso, cuida de la quebrada que pasa por su finca y siembra pichindé, guadua, roble, choibá, entre otras plantas que le dan sombra al grano, además de proteger la biodiversidad del lugar. También usa las cáscaras de cacao en el mismo cultivo para aprovechar sus nutrientes y disminuir los desperdicios.
El consejo que Silvia le daría a un pequeño productor es estar al tanto del estado del cultivo, realizar monitoreos constantes e intentar que sea orgánico. Por ahora, lo que viene para ella es seguir amando este producto y capacitándose para brindar la mejor calidad a través de un alimento único.
