Uno de los retos que las medidas de confinamiento imponen a las organizaciones es conseguir que los colaboradores sigan sintiendo que son parte de un equipo mientras trabajan de forma remota. Los líderes tienen el rol esencial de motivarlos. Sigue estas claves para cumplir este propósito.
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Contenido del artículo
- Trabajo en equipo en tiempos de pandemia
- 5 tips para liderar equipos en teletrabajo
- ¿Motivación o control? Retos del trabajo remoto
Ahora los líderes están siendo más conscientes de la importancia de conectarse emocionalmente con la situación particular de sus colaboradores para que esto redunde en su beneficio y en el de la organización.
Así lo explica Jimena Fajardo, coach y directora de entrenamiento de Americancol Latam, una firma experta en procesos innovadores de coaching personal y empresarial. Para ella, trabajar desde casa no es lo mismo que antes porque una persona debe responder por el cuidado de los hijos, el arreglo del hogar y atender las innumerables reuniones virtuales que se programan.
“La pandemia sorprendió a todos y, por ejemplo, las jornadas laborales se extendieron solo por el hecho de que las personas están en casa. Esto condujo a un agotamiento emocional que, sumado a la incertidumbre que genera la coyuntura actual, está llevando a los líderes a ser más humanitarios para así buscar estrategias que permitan al equipo estar unido y, al mismo tiempo sacar las empresas adelante”, afirma.
En ese sentido, mientras que unos líderes están promoviendo la solidaridad y la contribución hacia los colaboradores, otros más pragmáticos se han inclinado hacia conciliar la necesidad de sacar adelante la empresa con el menor impacto posible en el personal. Su común denominador es el uso de herramientas que les permiten desacelerar el ritmo de la carrera que exigen los negocios para ver cómo está el equipo y qué se puede hacer para promover su bienestar.
Ahora lo que se requiere de los líderes es que sean recursivos, apelen a su imaginación y sepan gestionar el cambio con el fin de que cuenten con la fidelidad de sus equipos y puedan responder rápidamente a las necesidades del mercado, comentó en un reciente foro Marcela Castillo, directora de Servicio y Permanent Placement para Latinoamérica de Adecco.
¿Cómo conseguir que los miembros de cada equipo no solo se mantengan unidos, sino que continúen colaborando entre sí? Karen Baptista, coach de innovación y cambio, propone cinco claves a la luz de la realidad, caracterizada por el trabajo remoto y el uso de herramientas digitales como principal canal de comunicación en el entorno laboral:
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Se requiere que los líderes conecten a sus equipos con los propósitos de la organización y que los empoderen para que generen un resultado, pues no hay tanto tiempo como para hacerle un monitoreo o seguimiento permanente a los procesos a cargo de cada uno de sus miembros. En caso de que una persona necesite apoyo, se debe abrir el canal para que lo obtenga, sin perder de vista que debe dar un resultado exigido.
Es vital generar lo que en coaching se denomina “espacios de tercer tiempo”. En ellos, el líder puede conocer cómo se siente cada miembro del equipo. Puede valerse de herramientas como “tomarse un café virtual” con cada equipo, ya que en esos ambientes distendidos se propicia que las personas hablen de temas que, usualmente, no se tocan y den retroalimentación al líder.
Hoy la costumbre tiende a ser que los equipos se conecten durante horas a ver una pantalla. Sin embargo, la gestión del talento humano exige adoptar nuevas herramientas de comunicación como la pizarra compartida donde todos pueden colaborar para hacer más amena una reunión o las votaciones en tiempo real durante una videollamada.
La distancia no puede poner fin a las pausas activas. El líder puede generar espacios alternos donde el cerebro de cada persona se activa desde esferas diferentes a la cognitiva. De esta forma, los colaboradores no solo tienen la oportunidad de sumergirse por un momento en un ambiente diferente al netamente laboral, sino combatir riesgos como los que tienen las malas posturas en el cuerpo humano.
Los colaboradores hoy se sienten presionados por lograr resultados. Entonces, los líderes están llamados a generar espacios de innovación en los que se propongan ajustes a la oferta de valor de la empresa, ya que la solución a las bajas ventas no siempre es vender más. Normalmente, los empresarios son paternalistas con respecto a su producto, pero ahora se hace necesario que evalúen si es necesario efectuar cambios.
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En términos de la gestión del talento humano, que hoy trabaja de forma remota, los líderes se encuentran de forma recurrente ante una disyuntiva. ¿Deben motivar al equipo o recurrir a un seguimiento estricto con el fin de cumplir las metas? Si es más acertada la motivación que el control, ¿cómo lograrla? Al respecto, Karen Baptista asegura que se debe conseguir un equilibrio entre la redefinición de la planeación y el conocimiento que se tiene de cada persona.
Por un lado, antes de la pandemia la ejecución de los planes empresariales se enmarcaba en metas predefinidas y en el comportamiento del mercado. Ahora, depende de las medidas de confinamiento y de las condiciones de la reapertura de la economía, con una alta presencia de incertidumbre. Por otro lado, como la comunicación del líder con sus trabajadores es uno a uno, debe responder tanto a sus perfiles como a sus habilidades específicas.
Considerar los tipos de personas que tiene el equipo:
“Esto funciona como una cometa –dice Baptista-. Hay algunas personas a las que se debe acompañar para que tomen vuelo, pero otras solo piden más pita. El líder debe entender quién necesita más acompañamiento y qué recursos debe entregarle. Es importante aprovechar esta oportunidad para que a partir del conocimiento de cada persona se sepa cómo motivarla”.
Si una persona no está enganchada con su líder, no da el todo por el todo.
Jimena Fajardo, coach y directora de entrenamiento de Americancol Latam
Por su parte, Jimena Fajardo concluye que el líder tiene la tarea de aprender a hacer las preguntas correctas para permitir que los colaboradores liberen su energía emocional contenida y puedan concentrarse en los temas relativos al negocio. “El miedo que genera la situación actual cansa y hace que las personas se tomen como personal lo que ocurre”, afirma.
En cambio, si el líder es efectivo al lograr un balance entre lo que requiere el personal y lo que necesita la empresa, puede favorecer el enganche con sus equipos y evitar fracturas en la relación que pongan en riesgo el comportamiento de los equipos de trabajo cuando se requiere que estén más cohesionados que nunca.
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