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El agro ha encontrado en el internet de las cosas a un aliado estratégico para la innovación porque permite llegar con tecnología a zonas remotas, optimizar procesos y recibir información clave para la toma de decisiones.

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Aunque el internet de las cosas es un concepto relativamente nuevo en el país, en los últimos años ha logrado mostrar la gran capacidad que tiene para conectar objetos e impactar positivamente distintos sectores de la industria. En el caso específico del agro, ya se ha empezado a utilizar en los cultivos de café, en la ganadería, entre otros.

De acuerdo con Alejandro Barragán, Director Comercial para Colombia de la empresa regional WND, el internet de las cosas o IoT, como también se le conoce por su sigla en inglés, puede definirse como la capacidad de interconectar digitalmente objetos, con el propósito de recoger información y transmitirla a través de internet, para quien recibe esos datos tenga la oportunidad de monitorearlos en tiempo real y pueda tomar decisiones en el momento en que lo requiera.

Innovar en el agro

Cultivos inteligentes

Por ejemplo, uno de los proyectos más interesantes que lleva a cabo la firma WND en Colombia tiene que ver con la generación de cultivos inteligentes o cultivos de precisión, en los que a través de sensores se miden variables ambientales en los terrenos cultivables, con el fin de que el suelo brinde información de manera autónoma o cuando algo especial ocurre, para que el agricultor pueda tomar medidas oportunas, mejorar la calidad o la productividad del cultivo y evitar problemas relacionados con el cambio abrupto del ambiente.

Precisamente, de la mano de un aliado están llegando al sector cafetero, en donde han empezado a medir variables como el nivel de lluvias, la temperatura y la humedad en el ambiente. De esta manera se pueden prevenir eventualidades como un brote de broca o roya, que son dos de las principales enfermedades que afectan a los cafetales.

“Antes, cuando las condiciones ambientales determinaban que era posible que en un cafetal se presentara un brote de broca o roya, se debía fumigar y tomar medidas sobre todo el cultivo. Ahora se sabe que, al igual que en una ciudad, un cultivo tiene microclimas y que una finca no se afecta de manera uniforme por variables como humedad o Ph.

Lo que nos permite el internet de las cosas es identificar las zonas específicas en las que existen condiciones que pueden dañar al cafetal y tomar medidas puntuales”, explica Barragán.

Esto da la posibilidad de ahorrar en insumos agrícolas, pues ya no hay que utilizarlos sobre todo el cafetal, y conservar la calidad del café, que muchas veces se ve afectada por los fungicidas que se utilizan en el control de plagas.

Lo importante es tener claro que cada cultivo es diferente y que por ende cada solución de IoT lo será. Solo el agricultor, que es quien conoce su cultivo, podrá hacer que dicha solución sea realmente funcional y que le sirva para innovar, de acuerdo con sus necesidades.

Trazabilidad y propósito

Algo similar ocurre en la ganadería, donde el internet de las cosas ha llegado para apoyar a los ganaderos en el seguimiento y trazabilidad de sus reses, así como para mejorar la productividad del ganado que tiene un propósito, como puede ser el caso de los hatos lecheros.

Barragán explica que el seguimiento de los animales se realiza mediante una geocerca, que podría ser definida como una barrera virtual que permite determinar el área segura donde debe estar el ganado y que emite alertas cuando este se sale de dicha área o cuando se presenta una situación que no está dentro de los parámetros estipulados.

En cuanto a mejorar la productividad del ganado lechero, el ejecutivo de WND destaca lo innovador del trabajo que vienen realizando, ya que a través de la medición de variables que genera un grupo de animales que está en un hato, el empresario tiene la posibilidad de identificar qué necesita hacer, para que en el mismo terreno y con el mismo ganado se pueda producir más leche. 

“Los ganaderos logran incrementar la producción de leche midiendo, por ejemplo, el patrón de movimiento que tiene el ganado durante un día, la temperatura corporal y la temperatura ambiente, porque se empiezan a correlacionar datos y todas las variables se envían en tiempo real a una plataforma que permite hacer inteligencia y arrojar estadísticas, para que se puedan realizar ajuste y que los animales sean más productivos en términos de leche”, anota.

Recientemente, también se han empezado a trabajar temas de inseminación en ganado con el apoyo del IoT. En este campo, lo que hacen los sensores es alertar el momento en el que las vacas entran en celo y lograr un proceso de inseminación más satisfactorio.

Barragán explica que muchas veces el IoT no trabaja solo, sino que genera datos que alimentan otras tecnologías, como puede ser el big data o la inteligencia artificial y que le brindan al empresario la oportunidad de tener la información que requiere para tomar decisiones, generar innovaciones y mejorar el negocio.

La ventaja es que generalmente son soluciones que son escalables, es decir, que le permiten al empresario crecer, cuando el negocio y su flujo de caja lo permitan. “Una de las ventajas del IoT es que está al alcance de los agricultores, sin importar su tamaño. Podemos instalar sensores cuyo valor no supera los $60.000 o $70.000 cada uno, e ir creciendo el número a medida que va creciendo el negocio”, resalta.

Además, son soluciones que permiten el retorno del flujo de la inversión, pues están diseñadas para mejorar la productividad de los negocios, ya sea minimizando los costos de operación o incrementando los ingresos.

Cómo gestionar un proceso de innovación

El internet de las cosas (IoT) es un recurso cada vez más utilizado por empresarios del agro para optimizar sus procesos y alcanzar mayor rentabilidad. Los avances son notables y los costos de implementación de esta tecnología son bajos.

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