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Yarleison Rivas

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Yarleison Rivas:
Con el corresponsal se me abrió un mundo de posibilidades

Tras perder su empleo y empezar de cero con su esposa y su pequeña hija, este hombre carismático, arrancó vendiendo un par de camisetas entre sus amigos. Hoy tiene dos almacenes en el barrio Santa Genoveva de Istmina, Chocó, y puede contar con 400 clientes fieles al mes gracias a su otro negocio: un corresponsal bancario de Bancolombia.


Cuando empezó la pandemia, en el 2020, las cosas se pusieron difíciles para Yarleison Rivas, de 29 años, originario de Istmina, Chocó. Tras un viaje a Palmira, Valle del Cauca, con la ilusión de sacar el pase, la empresa en la que trabajaba, no le dio espera para hacer el curso de conducción y perdió su empleo.

Su esposa tenía nueve meses de embarazo y él había invertido todo su dinero en los trámites de la licencia, así que decidieron quedarse dos meses en casa de su mamá, en Palmira, mientras la niña nacía. Cuando se cumplió el plazo, Yarleison consiguió el dinero para el transporte y regresó con Angie, su pareja, a Istmina.

Llegaron sin nada. En la puerta de la casa se apilaban los recibos sin pagar, los servicios estaban cortados y Yarleison no tenía la menor idea de cómo iba a alimentar tres bocas. Pero no se quedó quieto: un amigo le dio un par de bolsos para que vendiera, luego consiguió unos zapatos, algunas camisetas. Y, poco a poco, descubrió las bondades del comercio y su talento para el asunto.

Tiempo después, vio la necesidad de buscar un local y encontró uno en el barrio Santa Genoveva. Era pequeño pero la dueña le dio plazo para pagar el arriendo y, a medida que iba vendiendo, invertía en lo que le pedían los clientes y en adecuar las instalaciones.

Durante el primer año, las cosas empezaron a mejorar y él supo tomar medidas que beneficiarían el crecimiento de su negocio. Primero, descargó la aplicación de Bancolombia A la mano,

porque sus clientes se la pedían para poder pagar con trasferencias.

Pronto vio que las ventas seguían creciendo y como demostró un buen manejo de movimientos bancarios, en diciembre de 2021, con la asesoría de Roseli Zea de Bancolombia, pudo acceder a un préstamo de libre inversión que utilizó para comprar nueva mercancía, con tan buena suerte que Yarleison duplicó la suma invertida.

El siguiente paso fue organizarse como empresa: sacó RUT, Cámara de Comercio y empezó a declarar renta. Una vez tuvo todos estos requisitos al día, hizo una solicitud para abrir en la tienda un corresponsal bancario de Bancolombia con el que sus clientes pueden hacer consignaciones, retiros, pagos de facturas, pagos de tarjetas de crédito, en fin, los habitantes ahora tienen un banco en el barrio. ¡Cuál fue su alegría cuando lo aprobaron! “Con el corresponsal se me abrió un mundo de posibilidades. No solo llegó más clientela, sino que le dio un impulso inimaginado a mi economía y a la de la comunidad”, comenta.

La vida ha mejorado para Yarleison. Tiene dos almacenes de ropa y calzado en el sector. El más grande, donde está el corresponsal bancario, se llama Dynamo Istmina. El segundo, Fashion Revolution 2. En las buenas épocas, Yarleison ha llegado a contratar hasta siete personas y en las temporadas bajas, tiene dos empleados fijos.

Asegura que puede llegar a atender hasta a 400 clientes fieles al mes y esto es gracias al impulso que le da el corresponsal bancario, con el que de una u otra manera beneficia a los cerca de 8.000 habitantes de su barrio, que hasta entonces no contaban con cajero electrónico ni oficinas bancarias.

Cuando mira hacia atrás, Yarleison se siente agradecido al ver los beneficios que le ha dejado trabajar desde el corazón. Empezó con poco y ahora tiene un futuro prometedor para su familia. También, un nuevo sueño: abrir la tercera tienda, pero esta vez en el centro comercial de Quibdó.

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